Un ratito con él [PRIVADO AOI]

Me sente encima de el, con una pierna mia a cada lado de el y me puse mas comodo para besarlo, intentando hacerlo mas intenso, aprendiendo de lo que el hacia.

Al sentir sus manos no pude evitar gemir como loco, me excitaba rapidamente.

- Ahn... Alley...-

Le mordi suavemente su cuello, subiendo hasta su oreja para lamersela.

Gemí de placer cuando le oí decir mi nombre así.

-Dime, pequeño

- Te quiero... dentro de mi otra vez...-

Ronronee algo timido, pero ahora tenia la necesidad de tenerlo dentro de mi.

Sonreí, atrayéndolo hacia mi.

-Y yo quiero estar dentro de ti... -le susurré en la oreja, excitándome-

Movi mis caderas de manera bastante insinuante.
- Pues hazlo... soy todo tuyo...-
Bese su cuello suavemente, recorriendo con mi lengua el caminito hasta su oreja y la lami.

Imite el movimiento de mis caderas como si estuvieramos teniendo sexo, notando como mi miembro se comenzaba a despertar de manera un tanto alarmante.

Al notar como su miembro se endurecía en mi estómago, le besé con pasión.

-Ah... Aoi... Eres solo mío... -al decir eso, me puse duro del todo, remalcando mi pene sçsobre los calzoncillos-

- Unm... Si... y tu eres mio... Solo mio...-
Le dije bastante posesivo, abrazandolo fuertemente notado con el tambien se habia puesto duro, a lo que reaccione moviendo las caderas contra el.

- ¡Ahn! Eso... me gusta... -
Le dije mordisqueando su oreja mientras el me masturbaba. Con una mano la lleve a sus calzoncillos y los aparte mostrando su erección. A la cual agache mi trasero y mis testiculos tocaron su ereccion.

Me deje hacer por el, y me avergonce de quedarme totalmente desnudo, pero no dije nada, solo jadeos, estaba muy excitado, pero mas todavia cuando note que comenzaba a lamer mi miembro.

No paraba de gemir como loco, como pude atraje a Alley de la nuca para poder besarlo, necesitaba sus labios sobre los mios de cualquier manera, entre los inminentes gemidos que sacaba.

Separé la cabeza un poco, sonriendo. Me acerqué a su mejilla y la besé, y leugo acerqué la boca a su oreja.

-¿Por qué debo besarte? -aumenté el ritmo de la mano, apretando fuerte ambos penes-

- ¿P-Porque? ¿No quieres....? -
Me quede sorprendido, y algo asustado. ¿Tan mal besaba? ¿O era que no le gustaba besarme...? Mi mente comenzaba a pensar demasiado, notando como una lagrimita bajaba por mi mejilla.

Me asusté cuando lloró y apreté con fuerza mis labios sobre los suyos.

-¡No! No seas así, era una broma... Si en el mundo solo te deseo a ti... -lamí su lágrima-

- Perdoname a mi... me siento inseguro... Lo siento.-
Gimotee abrazandolo fuerte contra mi, aunque la excitacion estaba por encima de todo.

Solté los miembros y le abracé.

-Oh, cielo... Tranquilo, siempre estaré aquí, o hasta que tu quieras... -le apreté contra mi, notando como mi miembr, bastante más grande que el suyo, se restregaba en su tripa-

- Lo se, pero me asuste un poco. Nada mas...-
Le dije besando su mejilla algo timido para luego ocultar mi rostro en su cuello.

Sonreí tiernamente.

-Es cierto que hasta hace nada hacia el amor con los tios y ya está. Pero tu eres diferente. Esta mañana, cuando te vi por primera vez, fue un flechazo, Aoi. Te amo, y solo soy tuyo. Y siempre te querré besar. Porque esos labios son mis labios, torpes e inseguros, pero perfectos... -le atrajé su cara hacia mí y le besé con pasión-

Sus palabras me hacian temblar, desde luego sabia tocar mi fibra sensible, aunque el ni si quiera lo supiera. Respondi aquel beso, intentando olvidar mi torpeza, buscando su lengua un poco avergonzado.